La "barge" o el ferry mahorés |
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La llamada "barge" es un transbordador de dos pisos de tamaño medio que une un brazo de mar de dos kilómetros que separa la isla principal (la Grande-Terre) del islote de Pamandzi (la Petite-Terre). Es una verdadera institución en Mayotte. Cada mahorés ya ha "bargado" (es decir: viajado en ferry), según la expresión consacrada por el uso localmente, al menos una vez en su vida. El servicio de enlace es recurrente y cotidiana: cada 30 minutos, excepto los domingos o días festivos cuando hay una hora de espera. Como un ritual inmutable, el embarque está regulado y programado: los coches primero, los ciclomotores, a continuación, los pasajeros y, finalmente, los productos básicos (cabras, gallinas, verduras, frutas, e incluso los muebles, ...). El cruce dura unos 20 minutos. Si el cruce de la Petite-Terre a la Grande-Terre es libre, la travesía desde la dirección opuesta es de pago: alrededor de 0,75 € por cabeza y unos 29,00 € por vehículo.. 
La barge permite esos encuentros improbables entre personas que apenas o en absoluto se conocen, o que se han perdido de vista durante un largo período. La expresión consacrada parisina "Métro, Boulo, Dodo" ("Metro, Oficina, Cama") es fácilmente transferible a Mayotte para algunos que usan todos los días los medios de transporte para ir a trabajar en la Grande-Terre: "Barge, Botijo, Dodo" . La barge es para un mahorés lo que el metro es para un parisino. Un lugar lleno de vida y de convivencia donde amistades se traban y rompen, un lugar de encuentro y chismes fútiles, donde se habla de la vida cotidiana, de la política, de la familia y los amores, la barge es de por sí un microcosmo ambulante que refleja el espíritu mahorés (es decir, de Mayotte). 20 mn de comunión en la que se mezclan indistintamente a personas de todas las clases sociales, viajeros ocasionales, trabajadores, turistas y otras personas más o menos identificables. La barge sirve de interconexión entre el mundo exterior y la isla principal (la Grande-Terre): un turista descendiendo de un avión en el Aeropuerto de Pamandzi (en Petite-Terre) y cuyo destino está la Grande-Terre debe rendir homenaje a la santa barge antes de disfrutar de sus ocios. Pero en lugar de quejarse, él puede, si el tiempo lo permite, admirar los fabulosos espectáculos ofrecidos por algunas especies submarinas de la hermosa laguna. La barge paga su parte a la isla, permitiendo que los taxis y comercios a ambos lados de la isla viven dignamente de los frutos de su trabajo. Copyright |
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